¿POR QUÉ?

¡Dime, Anita!, ¿por qué debería hacerme una sesión de fotos?

Si no tengo tiempo ni de respirar.
Si no me veo bien y cada día me cuesta más mirarme al espejo.
Si aquí lo verdaderamente importante son ellos y ellas, no yo.
Si nadie quiere venir a hacerse una sesión…
¿Por qué?

  • Porque sí. No se necesita ninguna razón especial, en realidad. Te puede apetecer, y punto. No tenemos que justificarnos, ni explicar nuestras decisiones a nadie. Ésta es tan buena razón como cualquier otra. Sino la mejor.
  • Porque te lo mereces. Siempre tras las bambalinas, en segundo plano, sin dar la lata… cuando eres LA matriarca. Probablemente seas la que corre detrás de todos móvil en mano, para no perderte ni un segundo de sus vidas. Por una vez, deja que sea otra la que corre, y ya que estamos… que te añada en el encuadre. Que se te vea y se te reconozca. Lo que haces es importante. TÚ ERES IMPORTANTE.
  • Porque nunca serás tan bella. La arruga es hermosa, pero también lo son tus formas tras el parto (o los partos), los pechos llenos y las ojeras eternas: recordatorios de tu día a día (de tu noche a noche), tatuajes de tu existencia que, probablemente, se borren con el paso tiempo. Vamos a plasmar tu belleza: la de ahora.
  • Porque la vida es un suspiro. Y tripitas incipientes se convierten, en un abrir y cerrar de ojos, en bebés al pecho, y de ahí, en jóvenes emancipadas y adolescentes autosuficientes. Tener esas imágenes siempre contigo te ayudará a ir cerrando ciclos y aceptando nuevas etapas.
  • Porque no es complicado, no te va a llevar más tiempo que acompañar al peque al dentista, os va a doler bastante menos y el resultado te va a acompañar para siempre.
  • Porque hoy estamos… y mañana no. Y si has visto morir a alguien, como yo, entenderás la verdad que encierran estas palabras y lo irreversible y frágil de la vida. Aprovechémosla, disfrutémosla, capturémosla.